El viernes
pasado os puse una dieta para eliminar grasa corporal y ya veis que realmente
la aportación que hace de grasa es limitada por lo que es una dieta que se ha
de realizar con la debida supervisión y por el periodo de tiempo que nos recomienden.
Aceites y grasas |
Tenemos que
tener cuidado con las dietas restrictivas llevadas por un largo plazo de tiempo
porque podemos tener carencias muy importantes y es que hay que tener en
consideración algunas cuestiones importantes:
Necesitamos el
aporte de grasas para que nuestro cuerpo funcione correctamente, por norma
general siempre que queremos perder peso se suele restringir el consumo de
grasas pero tenemos que tener en cuenta que no todas son iguales y que hay
algunas que, en mi opinión son absolutamente imprescindibles.
Las grasas que
debemos evitar son las saturadas, es decir, bollería industrial, mantequillas,
aceite de coco, algunas carnes y embutidos……, estas elevan nuestro colesterol y
se acumulan peligrosamente en nuestro organismo.
Pero, desde
luego, de las que no podemos prescindir son de las monoinsaturadas y
poliinsaturas (vegetales, aceite de oliva, pescados, frutos secos…)
Estas grasas, a las que se les suele llamar “grasas buenas o saludables”…., reducen el colesterol, ayudan a asimilar
las proteínas y algunas vitaminas, a proteger órganos vitales, regulan nuestras hormonas y ayudan a retrasar el catabolismo
muscular…
Dentro de las
poliinsaturadas encontramos las grasas omega 6 (nueces, soja, maíz, germen de
trigo…) y las omega 3 (pescados azules, frutos secos, aceites de semillas…),
ambas muy importantes para el crecimiento y desarrollo y básicamente para
mantener una optima salud.
Eso si, hay que
tener en cuenta que el aporte calórico es muy alto con lo que tenemos que
cuidar las cantidades, se estima que tienen que representar aproximadamente el
30% en nuestra dieta diaria. Para mayor aclaración diremos que sería
recomendable consumir una pequeña cantidad de aceite de oliva y frutos secos al
día y unas 4 raciones de pescado a la semana.
Además a la hora
llevar una dieta muy baja en aporte graso hay que tener en consideración algo
muy importante, el proceso de quema de grasa de nuestro cuerpo se produce
cuando no ingerimos alimentos energéticos ni grasos por lo que se produce una
reacción, digamos de emergencia, en la que nuestro organismo echa mano de las
reservas que tenemos acumuladas.
Pero esto puede
provocar que, ya que nuestro cuerpo tiene una capacidad de adaptación
impresionante...., se relantice el metabolismo lo cual puede hacer que la tendencia
a acumular reservas aumente y que quememos menos grasas.
Y...., por si fuera poco, para las
siguientes veces que hagamos dietas restrictivas ocurre eso precisamente…,
nuestro cuerpo recuerda los ataques que le hacemos y guardará reservas “por si
acaso….”
Es decir, para
que nuestro organismo funcione con normalidad tenemos que incluir grasas
saludables en nuestra dieta, como conclusión podemos afirmar que: Para perder grasa hay que consumir grasa....(de la "buena")
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