Durante
décadas se ha pensado que lo que cuenta, independientemente de lo que comas,
son las calorías. Es decir, si consumes mas calorías de las que
gastas…..engordarás, así de sencillo, tal como nos dice la ley de conservación de la
energía.
Ya que las
grasas son las que mas calorías aportan son las que peor parte se han llevado y
de ahí la proliferación de las dietas bajas en grasas.
Sin
embargo, los expertos que han realizado comparaciones clínicas de dietas
restringidas en carbohidratos (pero no en calorías), con las dietas bajas en
calorías, dan como claras vencedoras a las primeras frente a
las segundas en cuanto a perdida de peso se refiere.
En este
sentido hay bastantes casos documentados, desde William Banting que probó una
dieta basada en carne, vegetales, frutas y vino y escribió el primer libro de
dietas bajas en carbohidratos (Letter on Corpulence) en 1864, o Blake Donaldson
y su predecesor Pennington que desde 1919 hasta los años 50 trataron a varios
miles de pacientes con dietas basadas en la restricción de carbohidratos con
buenos resultados.
Según estos
estudios, una dieta restringida en carbohidratos (pan, arroz, pasta,
cereales….) pero no en calorías, hace perder peso y, sobre todo, grasa
corporal. Así que…, podemos afirmar que no todas las calorías son iguales???
Quizás debamos tener en cuenta otras variables,
centrémonos en sí las calorías se controlan estrictamente o no, en cuanto ha
esto he leído varias teorías:
- Si las calorías no se controlan estrictamente y reducimos o eliminamos un grupo de nutrientes de la dieta, como los hidratos o las grasas, dejando igual las proteínas, se comprueba que se pierde peso.¿Por qué ocurre? Porque de forma automática, si nos reducen una categoría de alimentos tendemos a comer menos y eso hace que el aporte calórico disminuya (independientemente de si se trata de hidratos o de grasas), aunque con el tiempo la tendencia a volver a comer mas vuelve y….. adiós a la pérdida de peso.
- Cuando las calorías se están controlando rigurosamente y mientras las proteínas sean suficientes, la fuente de calorías, si se comparan carbohidratos con grasas, no producen cambios significativos.
Es decir, si controlamos las calorías y tomamos
suficientes proteínas, no importa si la dieta es baja en grasas o en
carbohidratos, las diferencias son mínimas.
Entonces,
para perder peso…. ¿no importa de donde vengan las calorías siempre y cuando
mantengamos la ingesta de proteínas adecuada o mas bien alta????
¿Se
podría decir que la diferencia está sobre todo en las proteínas?
Dejamos
claro que nos referimos sólo a pérdida de peso ya que la fuente de calorías
puede afectar otros aspectos de la fisiología más allá de la composición
corporal.
Seguro
que hay personas que mantienen el peso comiendo pocas calorías muy vacías, del
estilo: “Me como cuatro tontadas para picar y a tirar millas” pero claro....,
desde luego no es lo mas saludable y al final trae consecuencias.
También
hay que señalar que hablamos a corto – medio plazo, porque una dieta baja en
grasas no puede tener los mismos efectos que una dieta baja en hidratos a largo
plazo, su efecto en las hormonas y el metabolismo no es el mismo.
¿Quizás
a corto – medio plazo una caloría es una caloría pero a largo plazo no??
Es
posible que, cuando las calorías son estrictamente controladas, da igual de
donde procedan para obtener resultados en la pérdida de peso, pero nuestro
cuerpo es un poco mas complejo que todo eso así que, a largo plazo seguramente
hay que tener en cuenta la fuente de esas calorías.
“Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el blog Scientia”
“Esta entrada participa en la III Edición del Carnaval de la Nutrición, organizado por el blog Scientia”
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